Las Convulsiones Febriles
- Dra. Ana G. Quintero.
- 25 nov 2016
- 1 Min. de lectura

Las convulsiones febriles son un tipo de convulsión que se presenta cuando un niño tiene alta temperatura (más de 38 ° C). Ocurren casi siempre en niños entre los 6 meses y 5 años de edad. La causa es desconocida, aunque se cree que la temperatura alta produce un cortocircuito breve en la actividad del cerebro.
El diagnóstico se basa en el interrogatorio a los padres y en el examen físico del niño. Por lo general, un niño que ha tenido una convulsión febril no necesita ser hospitalizado a menos que se sospeche otro diagnóstico (por ejemplo meningitis) y es probable que no necesite hacerse ningún estudio de sangre, radiografía o electroencefalograma.
Las convulsiones febriles no provocan daños en el cerebro ni dejan secuelas. La mayoría de los niños no repetirá otra convulsión, no obstante, el riesgo de tener otra convulsión febril es mayor si su hijo tiene menos de 18 meses, si tiene antecedentes familiares de convulsiones febriles o si la fiebre no era muy alta en el momento de la convulsión.
Una sola convulsión no significa que su hijo tiene epilepsia. Incluso convulsiones febriles reiteradas no son consideradas epilepsia, debido a que los niños tienen alto riesgo de tener una convulsión provocada por fiebre. Por lo general, un niño que tiene epilepsia tiene 2 o más convulsiones que NO son provocadas por fiebre.
No existe evidencia de que tratar a su hijo con medicamentos para las convulsiones febriles prevendría las recurrencias o la epilepsia. Es muy importante detectar el foco de la fiebre y dar medicación acorde.

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