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El baño del recién nacido

  • Dra. Ana G. Lucas Quintero.
  • 20 feb 2017
  • 4 Min. de lectura

Son muchas las dudas y preguntas que los padres se plantean cuando tienen que bañar a su bebé, por primera vez. Normalmente, se sienten inseguros y ansiosos y, con algo de miedo, principalmente cuando son padres primerizos. Se preguntan cómo deben sujetarlo y qué precauciones deben tener. Muchos no saben cuál es la temperatura ideal del agua o cómo deben introducirle en el agua o cuál es la mejor forma de sacarle de la bañera. Pero, tranquilos, son dudas normales, compartidas por muchísimos padres.


El baño del bebé es una estupenda oportunidad para poder transmitir a tu hijo sensaciones de bienestar. Estar sumergido en agua cálida relaja y agrada al bebé y, hacerlo todos los días la misma hora, como por ejemplo, antes de cenar, le proporciona el ambiente adecuado para disfrutar de un buen descanso nocturno. Aprovecha este momento para establecer un contacto especial con él, que refuerce el vínculo afectivo.


Los siguientes consejos podrán ayudarlos a que disfruten junto a su bebé y compartan un momento agradable.


Antes de empezar, es fundamental tener preparado todo lo necesario para el baño: la ropa que le van a poner, el pañal, el jabón y el champú que van a usar (recuerda que deben ser neutros y poco perfumados especiales para bebes), bañera (asegúrate que esté limpia), paño limpio y suave o esponjita (preferentemente natural y especial para bebes), toalla, algodón o gasas y alcohol para la curación del cordón umbilical.


La temperatura del ambiente debe estar entre los 22-25 º C, e intenta evitar que haya corrientes de aire (cierra puertas y ventanas de la habitación), mientras que la del agua debe estar entre los 34-37º C, así el bebe no tendrá frío ni calor.


IMPORTANTE: Si estás sola y tienes que salir del cuarto donde estás bañando al bebé, siempre llévalo contigo.


La manera de bañar a un bebé antes de la caída del cordón es distinta a como lo harán después. La razón es que, para evitar infecciones y que el ombligo se mantenga lo más seco posible para su correcta cicatrización, no conviene sumergir el cuerpo del bebé en el agua.


Antes de la caída del cordón umbilical es preferible no bañar al bebé por inmersión. Se puede colocar al bebé en la bañerita con un poco de agua con jabón para bebés en el fondo, y mediante una esponja limpia ir lavando al recién nacido por partes, dejando los genitales para el final. El cordón tiene que limpiarse y curarse específicamente, por lo que no es necesario insistir en él durante el baño, pero no sucede nada si se moja si después lo secan muy bien. También se puede bañar al bebé “en seco”, sobre una superficie seca (cambiador, cama, etc.) y con un paño húmedo o una esponja húmeda realizar una limpieza del cuerpo del bebé.


Una vez que se ha caído el cordón, baña al bebé todos los días, siguiendo los pasos que se describen a continuación:


Desnuda al bebé limpia la zona del pañal antes de introducirlo en la bañera. Pon en la bañera 5-7 cm de agua tibia, sujeta firmemente al bebé, al tiempo que con delicadeza. La mejor postura para bañar al bebé si lo realiza una sola persona es mantener con un brazo su espalda de manera que el bebé apoye su cabeza en el antebrazo, sosteniéndole por la axila y hombro; así nos queda libre la otra mano y el bebé está semiincorporado.


El orden a seguir para el lavado es de arriba hacia abajo, empezando por la cabeza y acabando por los genitales.

  1. Para el cuidado del cuero cabelludo: Frota el cuero cabelludo con cuidado o peina al bebé todos los días. Lava la cabeza del bebé una o dos veces por semana, con un champú suave que no irrite los ojos.

  2. Para lavar la cara del bebé: Usa agua tibia y un paño suave y limpio, o una esponja natural. No uses jabón. Limpia los ojos con mucho cuidado. Para evitar infecciones, usa un algodón limpio o una parte limpia del paño para cada ojo. Limpia empezando por la esquina interna del ojo hacia afuera. Limpia detrás de las orejas y debajo del mentón.

  3. Para bañar el cuerpo y los brazos y piernas: Pon una pequeña cantidad de jabón suave, sin perfume, en un paño limpio y mojado o esponja natural. Limpia entre los pliegues de la piel. Estira los dedos del bebé y límpiale las palmas. Limpia debajo de los brazos y detrás de las rodillas.

  4. No olvides limpiar los genitales del bebé: Si es un varón, y no tiene hecha la circuncisión, retira suavemente el prepucio y limpia cuidadosamente la zona, volviendo la piel a su posición habitual para proteger el pene al terminar. Si es una niña, recuerda siempre lavar de delante hacia atrás.

Después del baño hay que secar muy bien todo el cuerpo del bebé, especialmente entre los pliegues y la zona del cordón, sin frotar. El secado de la delicada zona del cordón se realiza mediante toquecitos suaves, usando una toalla de algodón.


Espero estos consejitos los ayuden a estar preparados y disfrutar juntos del baño del bebé.








 
 
 

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©2017 Dra. Ana Lucas Quintero.
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