Mi experiencia con la lactancia materna: de casi abandonar la tarea a tener mi propio banco de leche
- Dra. Ana G. Lucas Quintero.
- 3 oct 2017
- 2 Min. de lectura

Quienes me conocen como pediatra saben que intento favorecer la lactancia materna exclusiva al menos los primeros 6 meses de vida del bebé; por lo tanto, como mamá decidí que iba a seguir las indicaciones que doy como pediatra.
La leche materna es el primer alimento natural de los niños, proporciona toda la energía y los nutrientes que necesitan durante los primeros meses de vida para su adecuado crecimiento y desarrollo, además de proteger al bebé de enfermedades infecciosas y crónicas. También, contribuye a la salud y el bienestar de la madre, disminuye el riesgo de cáncer de ovario y mama, es una forma segura de alimentación y resulta inocua para el medio ambiente.
Siempre pensé que dar pecho es un acto natural, que simplemente era cuestión de proponérselo e intentarlo; sin embargo, debo confesar que no resultó tan fácil para mí.
Luego de doce horas de dar a luz, comencé a sentir un dolor muy intenso en los pezones cada vez que prendía a mi bebé al pecho, se me escapaban lágrimas de dolor, me sentía muy culpable y frustrada por no estar disfrutando de ese momento, que había imaginado sería mágico.
Decidí quitarme la bata de pediatra y ponerme en los zapatos de mamá, por lo cual pedí ayuda a las enfermeras, al pediatra y a una consultora de lactancia; necesitaba que me escuchen, me ayudaran a mejorar mi posición para dar pecho, y me dieran el aliento que necesitaba para seguir adelante con la tarea que me había propuesto.
Con el apoyo de mi esposo, la nana de mi bebé y mis compañeras de trabajo, que siempre me separaban un espacio físico y tiempo para que pudiera extraerme leche, logré armar mi propio banco de leche materna. Gracias a ello, mi bebé tomó exclusivamente leche materna los primeros 6 meses de vida.
La lactancia no siempre es fácil, si bien es un acto natural y todas las mujeres tenemos el potencial de hacerlo, al inicio duele: duelen los pezones porque se agrietan, duelen los pechos cuando están llenos de leche, duele todo el cuerpo por el cansancio de alimentar a un bebé cada vez que lo pide. Sin embargo, ese dolor se hace más fácil de soportar si pedimos ayuda, recibimos información y apoyo.
¡Dar lactancia materna, es un acto natural que se favorece!

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