Natación para bebés
- Dra. Ana G. Lucas Quintero.
- 20 mar 2018
- 1 Min. de lectura

Hasta hace poco la idea de llevar a un niño menor de cuatro años a clases de natación podía resultar descabellada, pero desde hace algunos años ha surgido un tipo de natación para bebés en la cual el niño tiene contacto con el agua junto a su madre o padre e instructor. En las clases, se realizan una serie de ejercicios y juegos que contribuyen de manera positiva al desarrollo del pequeño.
A través de estas clases, se busca la estimulación acuática del bebé por medio de una serie de juegos y técnicas que le permiten aprender a flotar y moverse por el agua con la ayuda de sus padres.
El papel de los padres es fundamental para esta actividad, esto bajo la supervisión del experto encargado, los beneficios de esta actividad son múltiples para la salud física y emocional del bebé entre ellos:
Estimula su relajación
Aumenta su apetito
Fortalece su aparato locomotor
Mejora su humor
Duerme mejor
Fortalece el vínculo de confianza con sus padres
Algunos puntos a considerar antes de realizar estas actividades son:
Esperar que el niño tenga un poco más de cuatro meses, es allí cuando su sistema inmune se encuentra más activo.
Verificar que las condiciones de la piscina sean las adecuadas en cloro y temperatura, el cloro en exceso puede afectar sus pulmones, el agua muy fría puede producir resfríos.
Inducir al niño poco a poco a la actividad, un choque directo con el agua puede asustarlo o generar fobias, lo ideal es ir despacio.

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